Vivir su existir como un paraíso saqueado, donde no le queda más que aferrarse a sí misma, desde su cuerpo diciente que habita la realidad desde la resistencia, la lucha y la memoria por todos aquellos que ya no están, un espíritu que se asoma desde la mirada y el respiro para aliviar las cargas contenidas en su ser permeado por el dolor desgarrador que deja la ausencia, una voz que se manifiesta en busca de una vida digna e igualitaria, que expresa en movimiento reflexiones y rechazos por todo tipo de violencias siendo consciente de que la verdadera revolución inició cultivando su propio ser.
El Museo Cuerpos para la Empatía está comprometido con el desarrollo de nuevos modos de colaboración, involucramientos y asociación para el cuidado y manutención de colecciones patrimoniales pasadas y futuras.