Nace de la creación colectiva de la Corporación Artística Jera Danzas y de la pregunta, aún sin responder ¿Cuál es el destino de la danza folclórica en épocas de distanciamiento social y de una relación directa con la virtualidad? Éste es el punto de partida de nuestro proyecto que gira alrededor de las bailarinas que movilizan a través de sus cuerpos la ausencia, el despojo y la transformación experimentados desde el confinamiento; detonantes de la fase de creación que les permiten reflexionar sobre la danza y la esencia del folclor en sus cuerpos, entendiendo que éstos se enfrentan actualmente a nuevas espacialidades, en donde pueden empezar a explorar y a entender la danza folclórica desde otras perspectivas. Estamos ausentes y despojados de toda esa tradición de la danza cuando se gesta y se muestra a un colectivo que está presente físicamente, pero dándole la oportunidad de adecuarse a la situación actual, transformándose y construyendo una nueva ruta del hacer escénico. Estas exploraciones e investigaciones cobran sentido desde la falda como un objeto ausente del escenario, al cual se le da una nueva interpretación a ritmo del tambor, que en éste caso es un agente de liberación de los patrones y estándares que se le atribuyen a la danza folclórica tradicional colombiana, tales como sus pasos básicos, sus coreografías o sus faldeos; re-creando desde la mirada de cada bailarina, una forma diferente para acercarse y hacer propio ese objeto (la falda) y ese ritmo ancestral (Bullerengue y Chalupa), permitiéndose pasar por su cuerpo, su sentir y sus vivencias.
El Museo Cuerpos para la Empatía está comprometido con el desarrollo de nuevos modos de colaboración, involucramientos y asociación para el cuidado y manutención de colecciones patrimoniales pasadas y futuras.