Es un videodanza / cortometraje que narra a través del movimiento, el cuerpo, la danza, la acción física, la actuación y el combate escénico la historia de una exquisita escena del crimen, de una obsesión amorosa, que sucede no solo con otros sino con los otros que habitan nuestra mente, esa relación tóxica de amor y odio que llevamos con nuestros demonios. El suicidio de una idea, de un apego. Haciendo un homenaje al cine de Wook Park Chan, sus planos impecables, el uso de la simetría, el paralelo entre lo bello y lo grotesco, la violencia en el cuerpo y el humor negro; junto un guiño a trabajos coreográficos de películas como Suspiria, Clímax, Ema y Anima.
El Museo Cuerpos para la Empatía está comprometido con el desarrollo de nuevos modos de colaboración, involucramientos y asociación para el cuidado y manutención de colecciones patrimoniales pasadas y futuras.